Si alguna vez has dormido en un colchón de espuma o en un cojín suave, tal vez sepas entonces que están hechos de muchas burbujas diminutas con aire dentro. Son estas pequeñas burbujas las que le dan a la espuma su textura suave y esponjosa, lo que a su vez nos hace sentir tan cómodos al sentarnos o acostarnos. ¿Te has preguntado alguna vez cómo se crean esas pequeñas burbujas? ¿Qué pasa con los procesos únicos que convierten la espuma cruda en formas? Afortunadamente, una máquina preexpansora se encarga de eso.
La preexpansora es una máquina que ayuda a producir espuma, simplemente convierte esas pequeñas bolitas de plástico en piezas más grandes. Las pequeñas bolitas de plástico (a veces llamadas huevos, granulos o gránulos) funcionan así: la bolita de plástico entra en una máquina preexpansora. Luego se enciende la máquina y se libera vapor, lo que provoca que las bolitas se expandan al volverse más grandes. Este proceso se llama pre-expansión. Es crucial ya que combina una espuma suave y uniforme con una excelente textura.
Hay varias formas clave en que el uso de un preexpansor te permite hacer una espuma mejor. Por una parte, ayuda a crear una espuma más fuerte y duradera, que es más homogénea. Una espuma estable, de naturaleza moldeable al aire, no tenderá a romperse o perder la forma con el paso del tiempo, y así sucesivamente. En segundo lugar, permite obtener una espuma más ligera (hecho a través de un preexpansor). Esto se traduce en usar menos plástico para generar la misma cantidad de espuma, y eso equivale a ahorros de costos. Los fabricantes dependen de mantener sus precios económicos, por lo que hacer espuma de una manera que cueste menos es importante.
A la hora de elegir un preexpansor para tus propósitos, hay numerosos factores que debes tener en cuenta. Un factor importante en esto son las dimensiones del equipo. El tamaño del tamizador se basa en la capacidad de producción de espuma. Querrás una máquina más grande si necesitas hacer mucha espuma. Además, el tipo de plástico que vas a usar para este propósito es otro factor a tener en cuenta. Para lograrlo correctamente, los plásticos deben expandirse de diferentes maneras, para obtener una textura de espuma adecuada. Otra cosa a considerar es la automatización de un preexpansor. Las máquinas automatizadas simplifican todo y reducen significativamente las posibilidades de errores en las operaciones.
Los espumas se expanden de diferentes maneras según los tipos de materiales utilizados. Este es un ejemplo de material que vemos bastante a menudo, el poliestireno expandido (EPS), un material utilizado con frecuencia en embalaje y para aislamiento térmico. Para ser reforzado, el EPS debe tener suficientes burbujas como para que aún pueda sujetar un clavo o tornillo. El espuma de polietileno (PE), también conocido por la marca strutozorcha, se utiliza con frecuencia en artículos del hogar y productos automotrices. El espuma de PE debe tener burbujas relativamente más grandes y una mayor densidad de espuma para ser exitoso. Esto es crítico si se desea obtener una espuma limpia de buena calidad.
En resumen: Consejos para mejorar tu proceso de expansión previa: Para usar estas piezas, es crucial optar siempre por cuentas de plástico y cuentas de vidrio de las mejores calidades. Cuentas de etanol de mejor calidad te darán una espuma más uniforme y, como resultado, la mejor posible. 2) Ten cuidado con la temperatura y la presión mientras realizas el proceso de expansión. Este paso utiliza la proporción de mezcla para ayudar a confirmar que se crea la espuma deseada con la textura y densidad adecuadas. Después de todo, esto asegurará mantener la máquina en un cambio constante lo suficientemente rápido, evitando problemas en el sistema del cuerpo exterior o incluso averías que causen variaciones importantes y ralenticen la producción.